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Entre juegos y poleás de maíz...
Arriba posiblemente en el parque González Hontoria sobre un banco del jardín de la Rosaleda de izquierda a derecha Marujita,el primo Juan y Consuelito alrededor de 1928.
A través de los años los niños fuimos aprendiendo a ser mayores.En nuestra mente sólo rondaba una gran espectación ante el anhelo de llegar a ser por fin un hombrecito ó una mujercita hecha y derecha,como solían decir nuestros padres ó abuelos al vernos con los mocos pegados a nuestras narices y las rodillas llenas de moratones,llamados "cardenales" en mi pueblo.Así pasabamos de la infancia a la adolescencia creyendonos haber llegado al momento en nuestras vidas en que empezaría nuestra verdadera felicidad.Posteriormente con la madurez íbamos cayendo en la cuenta que realmente con la edad aparte de experiencia lo que la vida suele tenerte reservado son los verdaderos malos tragos que pasar.Es tan sólo entonces cuando te vienes a dar de bruces con la más grande de todas las verdades..."cualquier tiempo pasado fué mejor" ó quizás que la inocencia del niño que fuistes no te dejó ver más allá de lo que no querias ver...Tus juegos y tu imaginación eran todas tus posesiones terrenales...¿y para que más?...
Hoy en día miles de juguetes sofisticados tratan de introducir a los niños en los misterios de la técnica y de la informática. Sin embargo, los ojos de los pequeños y de los adultos no dejan de asombrarse ante la perfección de líneas de un tren o un automóvil de hojalata,una muñequita de trapo o algún que otro "trompo" coloreado con tiza.La calle ya no es el lugar de encuentro de la chavalería...la hemos sustituido por una realidad cada vez más virtual y por ende menos ¿peligrosa?...
Arriba en la playa de la Puntilla en el Puerto de Santa María de izquierda a derecha el primo Juanito,Consuelito y Marujita quizás en 1930.Las palitas seguramente realizadas por el abuelo "Viruta".
El hecho de que el abuelo José fuera carpintero otorgó a Consuelo,Maruja,Pepa,Juan,Mercedes y José "El Pimpe" mil y una oportunidades imaginativas en su infancia alrededor del cepillo del abuelo "viruta".Siempre recuerdo haber escuchado decir a mi madre que se entretenían en recojer los recortes de virutas y taquitos de las maderas con las que jugaban a las casitas de muñecas o a las construcciones junto con algunos recortables.Con cierta habilidad jugaban al almacenito recojiendo pequeñas latitas con las que jugaban a los pesitos.También con los capiruchos secos en forma de capirotes de las granadas que recojían del árbol de casa del bisabuelo jugaban a los penitentes en semana santa.En dicho árbol recuerda Maruja haber montado en columpio.Marujita como cosía desde muy jovencita siempre tenía tiempo para hacer alguna muñeca de trapo de recortes de telas.La Pepa recuerda cuanto lloraba cuando al bañarlas en un barreño sin querer les borraba la carita pintada de su carita de cartón...Quizás por eso la primera muñeca de verdad que llegó al hogar fué para la Pepa a través de Rafael del Aguila (ver capítulo primero) que vivía en una calle paralela a la suya en Reventón de Quintos.Con dicho vecino solían jugar a la lotería mientras la abuela Rosario preparaba sus afamadas tortillitas de camarones para el abuelo o un buen plato de poleá de maíz para su prole.
Arriba en la foto el abuelo con Pepa y Juan en sus faldas.A la derecha del abuelo José Consuelo y a su izquierda Maruja y los primos Juan y Lola.Foto tomada quizás en los pinares del río San Pedro en Puerto Real alrededor de 1933.
Arriba en la foto en la playa de Valdelagrana.Sobre el avión Consuelo y Maruja.En el caballito Juan y Pepa.Foto tomada quizás a comienzos del verano de 1935.En la foto de abajo en la puerta de la casa de la calle Empedrada en la primavera de 1936 poco antes del alzamiento golpista.De izquierda a derecha Consuelo,la Pepa y Maruja dispuestas a ir a la feria.
Testigo de muchos de los juegos fueron el patio de la calle Empedrada sobre todo de mi madre pues siempre el Pimpe fué bastante más callejero y con su hermano Juan y sus amigos solían ir al descampado del campillo (la hoyanca) por donde pasaban las vías a cazar pajarillos (José "El pimpe" desde muy pequeño despuntó por su afición a los pajaros) o a ver pasar los trenes sobre alambres que ellos mismos colocaban sobre las vías moldeados de formas curiosas.Ya en Reventón de Quintos todos los hermanos recuerdan con cierta claridad el lugar preferido por todos para sus juegos...el famoso palo de la luz.Al parecer uno de los únicos puntos de alumbrado del que disponía el barrio y que por consiguiente en las tardes de verano ofrecía la suficiente luz como para que los niños jugaran hasta bien entrada la tarde noche.Las cuatro esquinas,el matarile,los bolindres (canicas),la pelota de trapo y tantos y tantos juegos hicieron olvidar a éstos seis hermanos las penurias de la posguerra o "años de las hambres".Entre tanto Consuelo que gustaba ya por entonces de una de sus mayores aficiones compartidas con su hermana Maruja,la de la lectura,se afanaba en representar estupendas obras de teatro de las que leía de un libro de los del abuelo "viruta".Para ello le quitaba a la abuela Rosario las colchas de la cama y algún que otro vestido con los que sorprender a sus hermanos...Los primeros reyes que llegarían para todos los traería el tío Pepe...las niñas aún recuerdan los costureritos con pequeñas tijeritas e hilo del elefante con los que jugaron durante años a ser mayores mientras reían...ya que la sonrisa de un niño no depende nunca de su condición social...
Primera foto que se conserva de los seis hermanos en un decorado de la feria alrededor de 1941.Consuelo con tan solo 15 años de luto riguroso por la muerte de mi bisabuela Consuelo , madre del abuelo José.Juan luce un brazalete de luto en su brazo izquierdo.En medio Maruja con el con un lazo en la cabeza y Pepa con chaqueta clara sobre los hombros.Abajo la pequeña Mercedes y el Pimpe en quizás en su primera foto.Mercedes con cuatro añitos y José con dos.
Desde aquí mi reconocimiento a todos aquellos niños que tuvieron que vivir cerca del frente de guerra, a aquellos que soportaban contínuos bombardeos, a aquellos que perdieron a sus padres o que perdieron su vida, y a tantos que se vieron obligados al exilio y que muchos de ellos jamás regresaron...Por ellos y para todos los que sufrieron la cruel devastación del franquismo perdiendo con la guerra el maravilloso tesoro de la infancia...
http://oliba.uoc.edu/nens/index_esp.html
